Cortados del mundo eclesiástico, “Bendito” como título
21 de marzo/3 de abril de 1972
Lunes de Pasión
Querido Hermano en Cristo, Laurence,
¡Gloria a Dios por todas las cosas! Tuvimos Liturgia ayer, pero una fiesta alegre no obstante, con 3 peregrinos (Alexey y familia). También recibimos, el sábado, una carta muy conmovedora de Vladika Anthony, que revela un corazón amoroso. Después de eso, algo del vacío en el fondo del estómago parece haber sido removido. No obstante, agradecemos a Dios que en Su Providencia los eventos del año y medio pasado nos han cortado, por así decirlo, del mundo eclesiástico y nos han dejado hacer nuestro camino en el desierto; esto es solo para nuestro bien y quizás incluso para el bien de otros.
A menos que escuchemos algo antes que cambie nuestros planes, lo más probable es que vayamos a Sacramento temprano el jueves para recibir la Santa Comunión (probablemente en la iglesia más pequeña), y regresar aquí antes de que oscurezca, creando la menor perturbación posible en la superficie de la iglesia. Si Dios quiere, nos encontraremos con Pascha externamente (al menos) como los habitantes del desierto, aunque internamente aún seamos nuestros viejos yo.
Pero si uno de nuestros “problemas” parece estar mejorando, nuevos problemas no han tardado en asomarse en el horizonte. El P. G. Grabbe escribe que no se atreve a llamar a nadie “Bendito” antes de que la Iglesia nos dé el derecho a hacerlo, y cita el caso de San Juan de Kronstadt. Pero a pesar de toda su corrección, ¡G. G. está equivocado!—la Iglesia no llama a nadie bendito por decreto—eso es “beatificación” de la R. Cath. (como en la contraportada de la última Orth Life!). San Juan de Kr. aún no es llamado bendito, porque no encaja en esa categoría. Los locos por Cristo son llamados benditos incluso durante sus vidas: Bl. Xenia, Bl. Teófilo, etc. etc. Por supuesto, hay quienes no querrían llamar a Vlad. John un loco por Cristo, y de hecho (¡esa es la clave!) preferirían olvidarlo por completo. Pero nosotros nos mantenemos y caemos con su “locura,” que seguramente un día será vista como más sabia que la sabiduría de muchos. Pero nos están observando….
Ora por nosotros.
Con amor en Cristo,
Seraphim, monje
P.D. Siempre que vengas, no olvides otra caja de plomo.